Subida a Valdezcaray

Polémica inscripción

No pocos han sido los comentarios acerca de la inscripción efectiva de la última edición de la Subida a Valdezcaray. La tardía confirmación de la fecha definitiva de celebración, unida a la coincidencia con la Subida a Panticosa y otra prueba en Soria, parecen haber dado la puntilla a las actividades de la Escudería Autona que, en la persona de su portavoz, Alfonso García, aseguraban haber tomado la decisión de cesar en las labores organizativas durante la próxima temporada.

El detonante de esta decisión se muestra en la parte inferior de esta crónica, en la que aparecen los doce vehículos que consiguieron clasificarse en la general. A éstos habría que sumar a Jon Vicente, accidentado en la primera de las oficiales tras realizar el tercer tiempo scratch en los entrenamientos, y obtendríamos el total de pilotos en el parque de salida.

Los motivos de esta escasa inscripción hay que buscarlos tanto en los tentadores atractivos que ofrecían las pruebas celebradas en la misma fecha, como en la informalidad de algunos de los inscritos. Así las cosas, los organizadores decidieron elaborar una lista provisional de inscritos que incluía 34 nombres y, para mayor confusión, los lectores del periódico local pudieron contemplar otra lista de inscritos, publicada la mañana del mismo domingo compuesta por 32 pilotos.

Tras mostrar su malestar con lo sucedido, los responsables de la organización han tomado la decisión de organizar el Rallysprint de Nájera, que tendrá lugar el sábado 31 de octubre, por los compromisos adquiridos con la Federación Riojana, a la vez que también organizar la siguiente edición de la Subida a Valdezcaray.

La carrera

Al poco del comienzo de la primera de las mangas oficiales sucedió el infortunado accidente de Jon Vicente, que necesitó de los servicios médicos y del servicio de grúa, lo que interrumpió el normal desarrollo de la prueba durante casi 45 minutos. Tras la finalización de esta manga, Jesús Santamaría se alzaba a lo más alto, aventajando al riojano Abel Baquerín en 6 segundos. Cómodamente instalado en la tercera plaza y primero de los carrozados, Joseba Zapiráin era el único capaz de seguir el ritmo de los fórmulas, rodando por debajo de los tres minutos.

Ya sin incidentes de mención se celebró la segunda de las oficiales en la que las posiciones se mantuvieron, con excepción de la espléndida remontada de Toni Evangelista, que bajó su tiempo en siete segundos. Así, Santamaría se alzó a la primera plaza del cajón, seguido de Baquerín, que con este resultado daba un paso de gigante para anotarse el campeonato de La Rioja de Montaña, y con Joseba Zapiráin completando el pódium. Tras ellos se colocó el espectacular Porsche de Esteban García Campijo y el Reanult 5 GT de Alfonso García, quien volvía a la competición (molesto por el problema de las inscripciones) a los mandos de un vehículo del tipo del que mas satisfacciones le diera unos años atrás.

Toni Evangelista se hizo con la sexta plaza, seguido de un cada día más sosegado Álvaro González y de Álvaro Gómez, quien hizo las delicias de la concurrencia con su 124. Tras ellos eran los AX de Vicente Solano y Óscar Calero los que llegaban a meta, seguidos de Aintzane Arroyo, quien debutaba en el automovilismo de competición. Cerró la clasificación el siempre espectacular Fernando Muro, quien acusó distintos problemas en el normal funcionar de su vitaminado Seat 600.