Las previsiones de la organización, algo mermadas por algunas incomparecencias en la salida, se vieron sobradamente cumplidas tanto por el gran número de aficionados asistentes como por la calidad de los pilotos inscritos. Tan sólo la climatología que, por una vez, cumplió los pronósticos, obligó a acelerar el desarrollo de la carrera para evitar la tan temida lluvia, lo que sin duda también agradecieron los presentes.

Cerca de una cuarentena de pilotos en el parque cerrado, arropados por un dispositivo organizativo muy por encima de la media, habian de realizar tres subidas a la ra clásica carretera queda acceso a a estación de esqui de Valdezcaray, recortada en este caso tanto en su salida como en su llegada por motivos de seguridad. Entre ellos se encontraban los pilotos punteros de la denominada «Cita de Campeones», que ofrecieron el espectáculo ahora vedado en el Nacional de la especialidad, a los que se unieron los resultados de algunos pilotos riojanos, que emplearon todos los medios a su alcance para mostrar su más que probada efectividad.

Ya en la manga de entrenamientos pudo observarse con toda claridad cómo la puesta a punto de las respectivas monturas, así como el conocimiento del recorrido, iban a ser cruciales en el resultado final. Tras el, a priori, favorito Aitor Zabaleta entraba un sorprendente Abel Baquerín, primer riojano, seguido de Jesús SantaMaría –último vencedor en Valdezcaray– y Luciano Arrabal, primer carrozado y sólido aspirante al título regional. Tras ellos, y quizá sorprendidos por la efectividad y prestaciones de Baquerín y Arrabal, llegaban el resto de inscritos en la «Cita», siendo notables los cronos obtenidos por Abraham, Maíllo y Ramírez, que completaban la lista de máximos candidatos a la general. Entre los riojanos, y tras los ya citados, llegaban Vicente González y Manuel Aguirre, en novena y décima posicion, Antonio Ortuño en la décimo quinta, y Ricardo Garrido, Alfonso García y Emilio Miranda de décimo séptimo al décimo noveno.

Maíllo no pudo con Aitor

Con la expectativa de si el andaluz sería capaz de plantar cara a los resultados de Zabaleta, –que rápidamente quedo resuelta al endosarle el vasco nada menos que 16 segundos–, el interés del publico aficionado residía en saber si las opciones de los dos riojanos que peleaban por los puestos de honor seguirían manteniéndose. Jesús Santamaría lograba adelantar a Baquerín –que declaraba haber enseñado los dientes con demasiada anticipación–, quien mantenía la tercera posición y, como cabía esperar, Abraham (otro de los vencedores en anteriores ediciones) y Maíllo hacían lo propio con Arrabal, que ocupaba la sexta posición en la general. Aitor Ramírez era séptimo y segundo en la clasificación de carrozados, seguido de Manzanares y Aguirre, quien, noveno, era el tercero de los riojanos. Por su parte, Manuel Aguirre pudo en esta manga con Vicente González por tan sólo 8 centésimas, intercambiando sus posiciones, y logrando ambos eestar ntre los diez primeros, encontrándose Ortuño en la decimocuarta y Emilio Miranda, Alfonso García, Daniel Lejárraga y Ricardo Garrido ocupando las posiciones de la decimoséptima a la vigésima.

La lluvia hace presencia

Con los cuchillos más afilados se dio salida a la segunda de las mangas oficiales, con la climatología ciertamente inestable que terminó con un ligero aguacero que afectó en mayor medida a fórmulas y barquetas, los últimos en tomar la salida. Así, ninguno de ellos fue capaz de mejorar su tiempo, con lo que las primeras plazas de la general quedaban ya resueltas, destacando el espectacular crono de Luciano Arrabal, quien rebajaba más de dos segundos su tiempo de la manga previa.

Los carrozados, por su parte, si que pudieron mantener las espadas en alto y tanto Michel Iribarren como Magdaleno, adelantahan a Vicente González, quien quedaba relegado a la duodécima plaza final. Dos puestos más retrasado entraba Antonio Ortuño, pese a no mejorar su tiempo de la anterior manga, y ya en el puesto decimoséptimo llegaba Alfonso García, quien pudo al final en su lucha con Emilio Miranda. Daniel Lejarraga, que estrenaba su BMW 320 ix, pudo también con el Williams de Richard Garrido, encontrándose ambos todavía en fase de adaptación a sus nuevas monturas.

La entrega de trofeos, con la asistencia de los directores generales de Turismo, Juan Antonio Elguea, y de Deportes, Ernesto Garrastachu, cerró el apartado deportivo de esta subida, mientras que el ambiente gastronómico se desplazo hacia una opípara cena campera en la que reinaron, a partes iguales, el buen humor y el buen apetito.