XXVI Subida a Urbasa

Espectáculo en estado puro

Un año más, la Subida a Urbasa se convirtió en el polo de atracción de la afición automovilística norteña. Una mañana de sol brillante y calor, la tradicional espectacularidad del recorrido y una lista de inscritos que rebasaba los noventa pilotos fueron aliciente, más que suficiente, para que cerca de 15.000 personas se congregaran en el recorrido.

A la masiva asistencia de público hay que sumar la excelente labor organizativa, que brilló a gran nivel y mantuvo los horarios previstos con toda rigurosidad, dando salida a los vehículos, como también suele ser habitual, cada treinta segundos, lo que animó todavía más al público, que animó a los participantes con envidiable entusiasmo. La carrera dio comienzo a las tres de la tarde y concluyó, tal y como estaba previsto, pasadas las siete tras disputarse tres mangas de más de ochenta vehículos.

En lo que a lo puramente deportivo se refiere, a manga de entrenamientos comenzó con Aitor Zabaleta como tenor absoluto, al no llegar a meta Pancho Egozkue, único piloto capaz de hacerle sombra. Con los tiempos propios de una manga de entrenamientos, el resto de pilotos tomó contacto con la carretera y los de las tracciones traseras se dedicaron a complacer a Ia concurrencia con un recital de cruzadas que fueron aplaudidas y jaleadas de forma sonora por Ia afición.

Egozkue da la sorpresa

La primera manga, dominada también por Zabaleta, vio el primer recorrido de Egozkue sin problemas en su nuevo fórmula, terminando a menos de dos segundos del Lola BMW, lo que hizo soñar a muchos de los presentes. La tercera plaza fue para Aitor Ramírez, quien aventajaba a Lebeiti en 4 décimas. La quinta plaza fue a manos de un siempre espectacular Iribarren, seguido de Labaka, Zapiráin y Erro, con la suficiente diferencia entre ellos como para no pensar en duelos. Durante el transcurso de esta manga el cielo comenzó a nublarse por causa de la niebla, que se hizo más y más persistente, hasta obligar a los pilotos a tomar más precauciones y a ponerse ropa de abrigo a unos aficionados, que habían soportado el calor bajo arboles y sombrillas tan sólo unos minutos antes.

Zabaleta a tope

Así las cosas, Zabaleta salía a por todas en la segunda manga, consiguiendo rebajar su tiempo en siete segundos, mientras que Egozkue volvía a sufrir problemas eléctricos en su fórmula y no conseguía llegar a la meta. Lejos, lógicamente, de la pelea por el triunfo, Lebeiti se hacia con tercera plaza, peleando con Aitor Ramírez que concluyó cuarto a 21 centésimas del Renault 5 Turbo.

La quinta plaza fue para un espectacular Michel Iribarren, que anduvo en tierra de nadie, sin llegar a los cronos de sus predecesores y sin ser inquietado por la retaguardia. Sexto entraba Labaka, seguido de Zapiráin y Aitor Erro, que cambiaba de montura, Javier Azcona y Harby, que llevaba una vez más su Simca Rallye a los puestos de honor de una scratch. Undécimo era Jon Aramburu, seguido de Mikel Telleria y de Joseba Beola, que era segundo en el Trofeo Junior.

Por lo que a la clasificación por divisiones se refiere, Zabaleta fue el vencedor en la VI, seguido de Pancho Egozkue y de Aitor Erro. La VII fue para Michel lribarren, secundado por Francisco Arbina y Jesús Valdenebro; la V fue para Lebeiti, Aitor Ramírez y Labaka, mientras que la lV fue coto de Raúl López, Garikoitz Flores y Francisco Nin. La III fue a parar a manos de Javier Azcona, José Insausti y Ander Gárate; Ia Il para Joseba Beola, Raul Edeso e Iñaki Zozaya y, finalmente la división I para Alberto Garraza, Jon Izaguirre y Santiago Soro.